Las acequias de careo de Sierra Nevada (sur de España), un sistema de recarga ancestral en acuíferos de alta montaña
        
        
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          coincide, de forma aproximada, con las estimaciones de consumo agrícola (1.5 hm
        
        
          3
        
        
          en el año
        
        
          hidrológico 2014-15) realizadas por las investigadoras M.P. González-Dugo y E. Carpintero, E. del
        
        
          IFAPA de Córdoba mediante técnicas de teledetección (Com. Per).
        
        
          El balance hídrico de la cuenca investigada, del año 2014-2015, que ha sido un año manifiestamente
        
        
          seco, indica que las entradas del sistema río –acuífero (7.6 hm
        
        
          3
        
        
          /año) se han producido por la recarga
        
        
          de agua (natural y artificial) en el acuífero y las salidas se han repartido entre 1.5 hm
        
        
          3
        
        
          para regadío
        
        
          y abastecimiento, y 1.2 hm
        
        
          3
        
        
          para su trasferencia a la cuenca del río Mecina; el resto, 5.3 hm
        
        
          3
        
        
          , han
        
        
          discurrido superficialmente por el río Bérchules, aguas abajo de su estación de aforo. La diferencia
        
        
          entre las entradas y las salidas se explicaría por una disminución del volumen de agua almacenado
        
        
          en el acuífero, o por un error de cierre del balance.
        
        
          
            
              16.4.2.3.
            
          
        
        
          
            Comportamiento del río Bérchules aguas arriba y aguas abajo de las
          
        
        
          
            acequias
          
        
        
          La morfología de los hidrogramas de la cabecera del río (suma de los caudales medidos en las
        
        
          secciones 1, 2 y 7,
        
        
        
           no tiene nada que ver con la del hidrograma medio de la estación
        
        
          de aforo durante el año hidrológico 2014-15 
        
        
        
          . En la cabecera, el hidrograma del río
        
        
          es claramente nival, con un caudal de base prácticamente constante, debido a las aportaciones
        
        
          subterráneas, que se ve notablemente incrementado durante la época de deshielo. En la estación de
        
        
          aforo, situada en la parte baja de la cuenca, la morfología del hidrograma del río es muy inercial,
        
        
          prácticamente plano durante todo el año hidrológico, pero con un rápido agotamiento relacionado
        
        
          con el inicio de la época de riego.
        
        
          En la estación de aforo, los caudales se han mantenido en torno a los 0.25-0.3 m
        
        
          3
        
        
          /s entre noviembre
        
        
          y abril, cuando comienzan a descender hasta su total agotamiento en junio. Este año, al ser más
        
        
          seco que la media (519 mm/año de precipitación frente a 735 mm/año), prácticamente la totalidad
        
        
          del agua de deshielo se deriva por las acequias de careo y, por ello, el pico de caudal del deshielo
        
        
          no se detecta en la estación de aforo. El otro pico que suele producirse en enero tampoco ha tenido
        
        
          su reflejo en la estación de aforo, dado que las escasas lluvias coincidieron con un periodo de bajas
        
        
          temperaturas y se produjeron, en su mayoría, en forma de nieve. En junio, el caudal en la estación
        
        
          de aforo se anula. En esas fechas, la demanda agrícola es máxima, y las acequias de riego derivan
        
        
          la totalidad del caudal.