Las acequias de careo de Sierra Nevada (sur de España), un sistema de recarga ancestral en acuíferos de alta montaña
        
        
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          asentamientos se instalasen sobre las mismas. Es a esas laderas hacia donde se dirige prácticamente
        
        
          la totalidad de las acequias de careo y riego y en donde este ingenioso saber hacer ha permitido
        
        
          crear un vergel de altura. Aguas arriba de las acequias, la cubierta vegetal es menos densa y está
        
        
          constituida por una vegetación de tipo mediterráneo, adaptada a las condiciones de semiaridez que
        
        
          se dan en la margen sur de Sierra Nevada. Por el contrario, las peores condiciones para el desarrollo
        
        
          de la agricultura en las márgenes izquierdas de los ríos han provocado que sus afluentes trasfieran
        
        
          sus recursos, mediante acequias, hacia las cuencas hidrológicas inmediatamente situadas al este. Es
        
        
          allí donde se hace el careo del agua de deshielo, que de otra forma escurriría naturalmente aguas
        
        
          abajo de la cuenca sin poder ser utilizada para riego y/o retenida mediante su infiltración en el
        
        
          correspondiente acuífero.
        
        
          Las aportaciones al conocimiento geológico del sector, antes indicadas, y la elaboración de un
        
        
          inventario de puntos de agua (que ha pasado a reflejar la existencia de 609 manantiales y 20
        
        
          sondeos), unidas al análisis de la respuesta hidrodinámica del sistema río-acuífero (caudales de
        
        
          aforo en ríos y acequias) han permitido definir un acuífero desarrollado en rocas duras, en el que sus
        
        
          límites superficiales coinciden con los de la cuenca hidrológica del río Bérchules. En este acuífero,
        
        
          con 59.3 km
        
        
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          de afloramientos permeables, la recarga, calculada con el código Visual Balan, ha
        
        
          resultado de 6.3 hm
        
        
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          /año (13 % de la precipitación y 49 % del caudal total), con una tasa anual de
        
        
          recarga media de 106 mm/año.
        
        
          Para evaluar la recarga del acuífero y los recursos medios de la cuenca se ha requerido un análisis
        
        
          previo de la información meteorológica. Se han procesado más de medio millón de datos de
        
        
          precipitación y temperatura máxima y mínima diaria, de 16 observatorios meteorológicos ubicados
        
        
          en la ladera sur de Sierra Nevada. Con el tratamiento de esta información se han podido determinar
        
        
          los gradientes altitudinales de precipitación y temperatura. A su vez, se ha generado una serie
        
        
          diaria de datos térmicos y pluviométricos con la que se ha podido cuantificar la precipitación y
        
        
          la evapotranspiración potencial de la cuenca hidrológica, correspondiente al periodo del que se
        
        
          dispone de datos foronómicos en la estación de aforo del río Bérchules. En este sentido, se debe
        
        
          recalcar que buena parte de los resultados conseguidos con este trabajo se deben a la existencia de
        
        
          series de datos meteorológicos y de caudal, básicos en este tipo de análisis.
        
        
          Se ha comprobado que los acuíferos desarrollados en rocas duras y en zonas de grandes pendientes
        
        
          requieren de un especial análisis de la componente que se descarga mediante flujo hipodérmico.