Las acequias de careo de Sierra Nevada (sur de España), un sistema de recarga ancestral en acuíferos de alta montaña
        
        
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          tarde. Durante la época de deshielo, el agua se vierte en la sima de Bérchules hasta que se supera su
        
        
          capacidad de infiltración y el agua empieza a escurrir por su superficie. En ese momento se abren
        
        
          las derivaciones de otras dos pequeñas simas situadas aguas arriba de la anterior. Debe ser indicado
        
        
          que, antes de cada campaña de riego y de careo, un grupo de personas realiza las operaciones
        
        
          de limpieza y mantenimiento de las acequias y que, posteriormente, durante la campaña, y si no
        
        
          existen grandes desperfectos, son los propios acequieros los que se encargan de su mantenimiento,
        
        
          así como del reparto de agua para riego y careo.
        
        
          En la 
        
        
        
          se han representado los datos de caudal registrados en las dos secciones de control
        
        
          instaladas en la acequia de careo de El Espino durante el año hidrológico 2014-15 (ver secciones de
        
        
          aforo 8 y 9 de la
        
        
        
          ).
        
        
          Toda el agua derivada hacia la acequia se infiltró, bien a lo largo de su recorrido por la acequia, bien
        
        
          en la sima de Bérchules. El volumen total infiltrado ha sido de 1,995.812 m
        
        
          3
        
        
          , de los que 350,550 m
        
        
          3
        
        
          se infiltraron en la sima de Bérchules (entre el 1 de abril y el 15 de mayo de 2015). Es decir, durante
        
        
          esta campaña, la mayor cantidad de agua infiltrada se ha producido por el lecho de la acequia (1.64
        
        
          hm
        
        
          3
        
        
          ). El control del caudal que circula por la acequia ha permitido comprobar que es necesario
        
        
          infiltrar un volumen importante de agua (0.34 hm
        
        
          3
        
        
          en esta campaña) para que esta alcance la sima
        
        
          de Bérchules. Entre el 15 de mayo y el 15 de junio, el agua no alcanzaba la sima de Bérchules,
        
        
          pero se infiltraron 0.263 hm
        
        
          3
        
        
          , aguas arriba de esta. Por otro lado, se ha comprobado que el caudal
        
        
          derivado del río debe ser superior a los 150 l/s para que el agua llegue a la citada sima. Otro aspecto
        
        
          que destaca en la
        
        
        
           consiste en la evolución temporal paralela de los caudales en las dos
        
        
          secciones de control, con diferencias de caudal del orden de 120 a 300 l/s. Esto vuelve a poner de
        
        
          manifiesto la importante capacidad de infiltración de la acequia a lo largo de su recorrido, pese a
        
        
          que este se hace sobre esquistos, es decir, en materiales teóricamente poco permeables.