Las acequias de careo de Sierra Nevada (sur de España), un sistema de recarga ancestral en acuíferos de alta montaña
        
        
          557
        
        
          demuestra más adelante, no es natural, y se debe al manejo del agua que se realiza mediante
        
        
          acequias de careo y riego.
        
        
          Para analizar más detalladamente el comportamiento hidrológico del río Bérchules, desde su
        
        
          cabecera hasta la estación de aforo, durante el año hidrológico 2014-2015 se ha realizado un
        
        
          importante esfuerzo de adquisición de datos en campo. La derivación de las aguas de deshielo
        
        
          para su infiltración mediante las acequias de careo en la cabecera de la cuenca y la que se hace
        
        
          para regadío, en la parte media y baja de la cuenca, en la época de estiaje, modifican de forma
        
        
          manifiesta el hidrograma que debería presentar el río en condiciones naturales. Este manejo del
        
        
          agua provoca que la respuesta del río en la parte baja de la cuenca sea la de un río muy inercial,
        
        
          como los que discurren en cuencas muy permeables y de baja pendiente. En efecto, el hidrograma
        
        
          en la estación de aforo resulta prácticamente plano, con una componente subterránea próxima al
        
        
          100%, no detectándose el pico del deshielo, que se registra de forma evidente en la cabecera del
        
        
          río. Por su parte, la comparación de las aportaciones medidas en cada sección de control confirma
        
        
          el carácter ganador del río durante todo su trayecto y ha permitido comprobar que las principales
        
        
          entradas del sistema se producen por las márgenes occidentales del río Bérchules y de sus afluentes,
        
        
          donde se realiza el careo y el riego.
        
        
          Uno de los objetivos parciales de este trabajo consistía en analizar los efectos de la técnica de careo
        
        
          en el funcionamiento del río. Aunque estos efectos se observan en la investigación a escala de
        
        
          cuenca, se decidió abordar esta tarea con más detalle, y para ello se realizó un control en continuo
        
        
          del agua infiltrada en la principal acequia de careo de la cuenca, la acequia de El Espino. Esta labor
        
        
          de control hidrológico ha demostrado la alta eficiencia de este ancestral sistema de recarga. La
        
        
          acequia, con 7 km de longitud, ha infiltrado, en un año seco, 2 hm
        
        
          3
        
        
          , lo que supone el 38 % de las
        
        
          aportaciones registradas en la estación de aforo. El control automático del caudal en dos secciones
        
        
          de la acequia ha permitido determinar que la mayoría del caudal se infiltra a lo largo del recorrido
        
        
          (1.7 hm
        
        
          3
        
        
          ), mientras que 0.3 hm
        
        
          3
        
        
          han sido infiltrados en la denominada Sima de Bérchules, una zona
        
        
          puntual de infiltración, desde donde se alimenta a los principales manantiales utilizados para el
        
        
          abastecimiento a la población. En este sentido, la superposición de los mapas de distribución de las
        
        
          acequias de careo de toda la cuenca, con los mapas de densidad de manantiales y con la situación
        
        
          de los tramos de los arroyos y barrancos con vegetación permanente de ribera, pone de manifiesto
        
        
          el importante papel que desempeñan las acequias de careo en el mantenimiento del peculiar paisaje
        
        
          serrano, en el que alternan bancales irrigados con la descarga de los manantiales situados a media