440
          
        
        
          A
        
        
          vances
        
        
          en
        
        
          la
        
        
          hidráulica
        
        
          de
        
        
          redes
        
        
          de
        
        
          distribución
        
        
          de
        
        
          agua
        
        
          potable
        
        
          ten aspectos muy difíciles de cuantificar y que, pueden tener una enorme influencia en la
        
        
          adopción de la estrategia final, éstos son los costos políticos y sociales que pueden derivarse
        
        
          de no enfrentar el problema a la brevedad.
        
        
          Finalmente, estamos hablando de trabajos por desarrollarse en calles de ciudades, que afec-
        
        
          tarán a la gente, generalmente en las zonas más céntricas y antiguas, el sentido común juega
        
        
          un papel definitivo (Male
        
        
          
            et al
          
        
        
          . 1990). Con independencia de los criterios presentados es bien
        
        
          claro que, en igualdad de condiciones, hay que tener muy presente para cada tubería objeto
        
        
          de análisis, su radio de influencia y la importancia en el conjunto de la red a la hora de ser
        
        
          jerarquizada en la rehabilitación y/o renovación. También el tratar de aprovechar obras en
        
        
          otras infraestructuras (pavimentación de calles, renovación de alcantarillados etc.) puede
        
        
          alterar un orden establecido por criterios estrictamente económicos.
        
        
          Si en México se llegan a aplicar con rigor, y de manera simultánea, los tres criterios que
        
        
          deben presidir toda rehabilitación/renovación de la red son:
        
        
          • las pérdidas de agua de la tubería que por su magnitud ya nos han hecho recurrir
        
        
          a medidas como interrumpir temporalmente el servicio del todo reprobable por su
        
        
          carácter insalubre, dados los problemas de calidad de agua que entrañan, por ser im-
        
        
          prudentes,  dadas las roturas que generan, y por las incomodidades a las que someten
        
        
          a sus usuarios
        
        
          • por los problemas de calidad del agua
        
        
          • y, sobre todo, los insuficientes rendimientos hidráulicos de las redes.
        
        
          Los kilómetros de tubería de abastecimientos de agua que deberán ser rehabilitados o re-
        
        
          emplazados en los próximos años será realmente imponente y no estaría de más que se
        
        
          promovieran estudios como los que se han hecho en los EE.UU., Alemania e Inglaterra.
        
        
          Lógicamente y con anterioridad habría que remarcar los estándares de servicio y establecer
        
        
          mecanismos de control hoy del todo inexistentes.
        
        
          Una nueva sequía pondrá de manifiesto, una vez más, de una parte cuán obsoletas e insu-
        
        
          ficientes son nuestras redes de distribución de agua en las ciudades, y de otra los niveles
        
        
          de pérdidas inaceptables que vienen registrando que obligan, como único mecanismo de
        
        
          ahorro de agua válido, a interrumpir temporalmente el servicio o lo que es peor incrementar
        
        
          los niveles de producción. Esta situación tarde o temprano, va a llegar y, con independencia
        
        
          de actuaciones notables y puntuales que siempre se van a llevar a cabo en determinados
        
        
          sistemas, va a dar la máxima relevancia a las cuestiones que aquí se han planteado que
        
        
          tienen una enorme importancia.
        
        
          Finalmente es importante mencionar que los primeros pasos se han dado con la elaboración
        
        
          de este trabajo, a través de él la Comisión Nacional del Agua ha iniciado un proceso de
        
        
          diagnóstico que deberá ser complementado con acciones específicas de las autoridades a