Manejo de la recarga de acuíferos: un enfoque hacia Latinoamérica
        
        
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            Geología
          
        
        
          En la zona donde se lleva a cabo la recarga a nivel experimental corresponde al flanco oriente del
        
        
          Cerro de La Estrella. La geología de esta elevación topográfica corresponde a una alternancia de
        
        
          productos volcánicos, principalmente piroclásticos, tobas y algunas lavas de basalto. El valle de
        
        
          Iztapalapa, al norte de la sierra y de Chalco-Tlahuac, al sur de la misma, se encuentra formado por
        
        
          intercalaciones de aluviones y productos volcánicos, sobre los cuales se halla un fuerte espesor de
        
        
          arcillas lacustres, producto del azolve de los antiguos lagos de México.
        
        
          La influencia de este tipo de materiales es de importancia en la recarga al acuífero, ya que las arcillas
        
        
          superficiales y las tobas no permiten la circulación de agua. Las lavas de basalto corresponden
        
        
          a rocas fracturadas de alta permeabilidad, al igual que los piroclásticos gruesos. Por lo que se
        
        
          refiere a los aluviones (arenas y gravas), permiten el paso del agua y funcionan como filtro de agua
        
        
          subterránea con calidad deficiente.
        
        
          
            Geohidrología
          
        
        
          De acuerdo con las configuraciones de la superficie piezométrica del acuífero y los límites naturales
        
        
          del valle de México, se ha dividido la región en tres subsistemas acuíferos (ZMCD, Texcoco y
        
        
          Chalco). El subsistema acuífero de la ZMCM está limitado al poniente, norte y sur por las sierras
        
        
          de Las Cruces, Guadalupe y Chichinautzin, que constituyen elevaciones prominentes desde donde
        
        
          se establece un flujo subterráneo hacia el centro del valle. La sierra de Santa Catarina presenta un
        
        
          parteaguas subterráneo, a partir del cual se establece un flujo al norte y otro hacia el sur. Hacia el
        
        
          sureste del valle, se encuentra el subsistema acuífero de Chalco. En Tláhuac, el flujo subterráneo va
        
        
          de, aproximadamente, el límite oriente del DF hacia Xochimilco (al poniente), y es independiente
        
        
          de otro flujo que circula en dirección al oriente (Chalco), formando un parteaguas subterráneo que
        
        
          muestra con claridad la división entre estos dos subsistemas acuíferos: Ciudad de México (en su
        
        
          porción de Xochimilco) y el subsistema acuífero de Chalco 
        
        
        
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