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fraestructura tecnológica, usuarios, servicios y
personal. A continuación, aludiremos las carac-
terísticas principales de cada una de estas áreas.
Colecciones
Las colecciones pueden diferenciarse por tipo de
soporte, como por ejemplo: impresos, audiovisuales
y multimedia, y por temas, como pueden ser las
temáticas abarcadas en los programas académicos,
métodos de autoaprendizaje, lenguas extranjeras,
habilidades de lectoescritura e informativas, ela-
boración de materiales didácticos, comunicación
de lo aprendido, concentración y memoria, orien-
tación vocacional y la administración del tiempo.
Infraestructura tecnológica
Esta comprende, por ejemplo: computadoras con
conexión a Internet y periféricos, computadoras
adaptadas para personas con capacidades dife-
rentes, bases de datos, métodos de aprendizaje
de lenguas extranjeras, paquetería didáctica,
salas para videoconferencias y centro de pro-
ducción, donde los profesores pueden crear sus
materiales didácticos y los estudiantes sus pre-
sentaciones, con el apoyo de especialistas en
didáctica y en paquetería de cómputo.
Usuarios
Básicamente, la comunidad a la que sirve un
CRAI está conformada por estudiantes, profe-
sores, investigadores y el resto del personal de la
institución de la que depende el centro.
Servicios
Estos incluyen, principalmente, tutorías, grupos
de estudio, seminarios y talleres, apoyo en los
procesos de lectura y escritura, diseño de mate-
riales didácticos, desarrollo de habilidades tanto
informativas como para el estudio y formación
de usuarios.
En cuanto a los últimos servicios, dado que los
CRAI se basan en la filosofía de aprender a
aprender, nos resulta evidente que la formación
de usuarios y el desarrollo de habilidades infor-
mativas representan una oportunidad para que
estudiantes y docentes desarrollen estrategias
de autoaprendizaje al saber cómo buscar, recu-
perar y usar la información de manera ética y
con pensamiento crítico.
Personal
Un CRAI se conforma por profesionales de la
bibliotecología con cualidades docentes, pro-
fesionales de la informática, profesores que
ayudan con las tutorías y pedagogos que apoyan
en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Transformando
la biblioteca
académica
Tal y como hemos referido a lo largo de este
trabajo, el propósito esencial de la biblio-
teca académica es el educativo; sin embargo,
a nuestro juicio, es preciso repensarla con un
planteamiento que permita reforzar el apoyo
tradicional que ha brindado a la docencia.
En este orden de ideas, el concepto del CRAI
brinda una oportunidad para replantear los
servicios de la biblioteca académica a partir de
su inclusión en los flujos de trabajo existentes,
permitiéndole así participar en el diseño de las
asignaturas, aportando conocimientos y ase-
soría en la selección de recursos documentales
y manejo de fuentes de información.
