Viabilidad y barreras para el ejercicio del derecho humano al agua y saneamiento en México - page 110

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El derecho humano al agua y al saneamiento. Un problema de equidad social
políticos, legales, técnicos, cognitivos, culturales informativos y de comunica-
ción. Ello ocurre a diferentes niveles y número de actores implicados. De ese
modo, pueden ocurrir conflictos en torno a la disputa de un pozo de agua o
de los recursos hídricos de toda una cuenca. En estos contextos, no es des-
cartable que el
dhas
pueda ser manipulado, que se convierta en un conflicto
que escale a una batalla legal o de plano perder el sentido por el cual fue
instituido. Así, un trasvase de agua de una cuenca a otra, en que la región
afectada ve mermados sus recursos hídricos, puede llevarse a cabo y ser
legalmente justificado por el Estado con base en el marco constitucional que
rige el derecho humano al agua y saneamiento. Así, un gobierno local puede
realizar la obra de un trasvase en función de que se requiere satisfacer la de-
manda de una ciudad para dar cumplimento al
dhas
, tal y como sucede en el
caso de ciudades capitales como la ciudad de México y su zona metropolita-
na, que comprometen recursos hídricos de otras cuencas; la de Guadalajara
y la problemática en torno a la presa El Zapotillo, donde ciertas poblaciones
se ven afectadas; o bien la competencia entre el sector agrícola y urbano en
Hermosillo, Sonora, por el acueducto Independencia, que tomaría agua del
río Yaqui que abastece a zonas agrícola. Estás situaciones obligan a plan-
tearse la siguiente pregunta: ¿cuál es entonces el principio para argüir que un
Estado, un individuo o un colectivo viola o se apega al
dhas
? ¿Es justificable
que a falta de disponibilidad de agua en una región o zona urbana, ésta se
trasvase en beneficio de una mayor población, aunque ello afecte a otras
poblaciones en la merma y acceso de los recursos hídricos? Antes de tomar
una decisión, convendría preguntar: ¿es un problema de gestión, de política
pública, obsolescencia o ineficiencia técnica o, incluso, de complicidad de in-
tereses económicos o, si es realmente un asunto de disponibilidad del agua?
Es claro que el
dhas
no es un asunto que quede restringido a un asunto moral
o que pueda acotarse a través de un ejercicio mecánico de la ley, pues el
problema del agua y el saneamiento está inmersos en contextos socioeco-
nómicos, dinámicas culturales, heterogeneidad y discontinuidad política en
los gobiernos que se suceden y procesos históricos, que al no tomarse en
cuenta, hacen letra muerta al
dhas
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