Manejo de la recarga de acuíferos: un enfoque hacia Latinoamérica
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• Proporciona una relativa seguridad de suministro de agua para el área metropolitana
de Windhoek hasta el año 2022 (en lugar del fallo total del sistema modelado para
los años 2017/18).
• Mitigará las considerables pérdidas por evaporación del sistema actual de
abastecimiento de agua de las tres presas.
• No se trata del desarrollo de un recurso completamente nuevo, sino de mejorar de
la eficiencia de recursos existentes.
• Las fuentes de abastecimiento que se consideraban como no viables debido a sus
bajos rendimientos anuales pueden llegar a considerarse viables para mantener
lleno el banco de agua. Incluso ahorros relativamente pequeños a través de acciones
de manejo de la demanda de agua (WDM) liberan agua para la recarga artificial.
• Los impactos ambientales son mínimos en comparación con otras alternativas.
• Existe un menor riesgo de escasez del abastecimiento de agua debido a reparaciones
y mantenimiento en comparación con esquemas de transferencia de larga distancia.
El agua se puede extraer del acuífero mediante una breve notificación, ya que habrá
un gran banco de agua en la cuenca de Windhoek.
• Reducirá substancialmente el volumen de agua necesario de fuentes de abastecimiento
distantes, tal como el río Okavango lo cual tendrá beneficios ambientales, para el río
particularmente aguas abajo del punto de extracción y el delta del Okavango en Botswana.
• Los requerimientos de energía por metro cúbico de agua suministrada son
considerablemente inferiores que los de las fuentes lejanas y la desalinización (2 kWh
más elevados para la opción del río Okavango y 11.35 kWh para desalinización).
El plan de manejo de recarga de acuíferos cuenta con el apoyo del Plan Nacional de Manejo Integral
de los Recursos Hídricos (IWRMPJVN, 2010), y la urgencia de actualizar el esquema fue resaltado
mediante el Modelo de Área Central, el cual simula el balance hidrológico del área central de
Namibia y utiliza una serie de datos mensual (ENVES, 2016). En esencia, los escenarios modelados
indicaron que el proyecto de recarga necesitaba ser aprobado rápidamente e implementado con
gran urgencia para poder minimizar la probabilidad de un futuro déficit de abastecimiento, y en el
año 2014 un estudio de impacto ambiental evidenció los impactos socioeconómicos positivos del
proyecto en relación con su importancia en crear una fuente de agua sustentable para el área central
de Namibia.
