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• Inalienables:
a nadie, nunca, se le pueden negar, y nadie, nunca
puede renunciar a ellos.
• Indivisibles:
las personas tenemos todos los derechos humanos
que existen, completos, no se pueden seleccionar ni decir que se
tiene más de uno y menos de otro.
• Interdependientes:
que se encuentran ligados unos a otros,
así que el reconocer y ejercer uno implica reconocer, respetar y
proteger todos.
• Universales:
que nos corresponden a todos los seres humanos,
sin importar el tiempo, la edad, el lugar donde estemos o vivamos,
los políticos que gobiernen o la cultura que vivamos.
• Absolutos:
están por encima y son más importantes que cualquier
otro requerimiento moral, ley u ordenamiento de cualquier tipo.
• Progresivos:
tener estos derechos ha llevado tiempo y mucho
trabajo y no se pueden echar para atrás o eliminar. En cada país se
han establecido metas para cumplirlos y para mejorar su aplicación
y respeto.
La ONU dice que: “los dere-
chos humanos son garantías
esenciales para que podamos
vivir como seres humanos. Sin
ellos no podemos cultivar ni
ejercer plenamente nuestras
cualidades, nuestra inteligen-
cia, talento y espiritualidad.”
(ONU, 2015).
