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Desde la Revolución Francesa en 1789 se protegieron los derechos
ciudadanos, pero en el siglo XX se amplió este catálogo de protección y
se incluyó el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, mejor conocido como PIDESC, de 1966.
Todos los seres humanos tenemos
derecho a una vida digna
Son inherentes a la persona
humana:
nos son innatos
a todas las personas, sin
importar su edad, sexo,
nacionalidad… solo basta ser
persona humana.
Se afirman frente al
poder público:
el Estado es
responsable de respetarlos
y garantizarlos, por eso los
reconoce en la ley y ha creado
instituciones públicas para
protegerlos.