Manejo de la recarga de acuíferos: un enfoque hacia Latinoamérica - page 540

Manejo de la recarga de acuíferos: un enfoque hacia Latinoamérica
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El códigoVisual Balan permite una mejor calibración de la recarga al acuífero que HBV, al considerar
con mayor detalle el comportamiento del agua a su paso por la zona edáfica y la no saturada y al
permitir una mejor estimación del flujo hipodérmico. Por ello, que los valores que resultan de
recarga media del acuífero conseguidos con Visual Balan se han considerado más representativos.
Por último, se ha comparado el hidrograma medio de la estación de aforo de Bérchules con el de
otros dos ríos de Sierra Nevada, en los que los caudales derivados para careo son prácticamente
insignificantes.
16.4.
Resultados
16.4.1.
Cartografía hidrogeológica y de la infraestructura
hidráulica existente
Se han inventariado 609 manantiales (9 manantiales/km
2
), de los que el 95 % presentan caudales
inferiores a 0.2
l/s agotándose, muchos de ellos, durante el estiaje. Además, existen veinte sondeos
de explotación de aguas subterráneas con caudales de explotación inferiores a 1-2
l/s y que son
utilizados para uso agrícola y ganadero
a y
). Un importante número de
manantiales se ubica en las partes más altas de la cuenca. Estos están asociados a cambios en la
pendiente del terreno o a la diminución del espesor o la desaparición lateral del regolito. En el resto
de la cuenca existe una clara relación entre la posición de las acequias y la de los manantiales. En
la
se puede comprobar cómo la mayoría de las surgencias se ubican aguas abajo de las
acequias, de lo que se deduce que las acequias aumentan el número de manantiales y condicionan
su distribución espacial, afectando por tanto al funcionamiento hidrogeológico del acuífero y a su
descarga, que pasa a ser mayor en las laderas y menor en el río.
En esta cuenca existen 19 acequias, con una longitud total de 57.45 km
a). El total
de acequias dedicadas al careo suman 21 km de longitud y se utilizan entre marzo y junio para
recargar el acuífero asociado al río, con agua del propio río. Una parte del agua se infiltra durante
su transporte por la propia canalización, y otra se vierte en determinadas zonas puntuales de mayor
permeabilidad para su infiltración. Estas zonas, que se denominan en la terminología local como
“simas”, no deben ser confundidas por su nombre con las simas kársticas. Finalmente, la acequia
de Trevélez trasvasa agua de la margen izquierda del río Trevélez hacia la cuenca del río Bérchules,
1...,530,531,532,533,534,535,536,537,538,539 541,542,543,544,545,546,547,548,549,550,...981
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