Avances en la hidráulica de redes de distribución de agua potable - page 385

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R
ehabilitación
de
tuberías
de
agua
potable
mantenimiento, edad, pruebas de campo de pérdidas de carga y pruebas de caudal en
hidrantes. La determinación de cuál tubería debe ser revestida con cemento o reemplazada
considera muchos factores, entre ellos el registro histórico del mantenimiento, posible
corrosión, problemas de accesibilidad futura, y cambios en el uso del área, sin embargo, la
mayoría de estos factores no son susceptibles de representarse en un modelo numérico.
Walski y Pelliccia (1982) desarrollan un criterio para reemplazar tubería que establece lo
siguiente: si la frecuencia de fallas (tasa de falla) es mayor a un cierto valor crítico la tubería
debe ser reemplazada. Ellos concluyen que Shamir y Pelliccia (1979) proponen un método
adecuado para decidir entre reemplazar o rehabilitar grupos enteros de tubería, y que su
criterio, de Walski y Pelliccia, es útil en una revisión tubería por tubería.
Walski (1982 y 1985) utiliza un análisis económico puro en la toma de decisión de la reha-
bilitación de tubería. El criterio desarrollado puede ser utilízado para determinar la facti-
bilidad económica de la limpieza y revestimiento de tubería en dos casos; el primero, flujo
sin grandes cambios temporales, como puede ser el caso de un acueducto, en donde no
existen conducciones alternas al flujo, el segundo es para analizar redes malladas, en donde
la rehabilitación de un tubo puede originar cambios fuertes en la dirección y cantidad del
flujo en cada tubería, ya que el agua dispone de trayectorias alternas. El criterio de decisión
es rehabilitar si el costo es menor que el costo adicional de energía para el bombeo debido al
incremento de pérdidas de energía y equipo adicional requerido para forzar el flujo por el o
los conductos con bajos coeficientes de rugosidad.
Williams y Hazen (1920) notaron que las pérdidas de energía y la capacidad de conducción
en tubería de acero no recubiertas eran una función de la edad y el diámetro de la tubería.
Estudios adicionales han demostrado que también dependen del número de Reynolds del
flujo, por lo que la incertidumbre en el valor del coeficiente de rugosidad como función de
la edad es bastante grande y depende de numerosos factores. La sección California de la
AWWA (1962) ha medido parámetros hidráulicos del flujo en conductos a presión, y con base
en ellos se han calculado los valores de las pérdidas de energía que resultan mayores a las
estimadas numéricamente mediante el coeficiente de Hazen Williams. También reporta que
la limpieza y el revestimiento con mortero de cemento es aparentemente el mejor procedi-
miento para rehabilitar tuberías metálicas.
Dutting (1968) revisó los costos económicos del proceso de recubrimiento de tuberías prin-
cipales, determinó costos del orden de 7 a 8 dólares por pie de tubería, para líneas de 6 a 36
pulg. en 1968. Las razones esgrimidas para rehabilitar la tubería fueron: restaurar la capa-
cidad de conducción de la tubería, satisfacer las demandas hidráulicas del sistema, y si los
sobrecostos de energía eléctrica debido al incremento de pérdidas de energía eran mayores
al costo de rehabilitar.
Jones (1978) exploró el efecto de alterar el valor del factor C en las curvas de carga de presión
y consumo de energía en la Cd. de Savannah, Georgia. Los resultados obtenidos muestran
1...,375,376,377,378,379,380,381,382,383,384 386,387,388,389,390,391,392,393,394,395,...502