Avances en la hidráulica de redes de distribución de agua potable - page 379

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R
ehabilitación
de
tuberías
de
agua
potable
acción de mayor costo y por tanto puede ser a veces no atractiva, a menos que técnicamente
se demuestre que es indispensable.
La rehabilitación de tubería de agua potable es una actividad poco explorada en México. Una
principal causa esgrimida por los pocos organismos operadores que lo han contemplado,
no más de 5, es el alto costo del servicio de rehabilitación, está es una situación anómala, y
sería conveniente establecer porque en otros países su uso es extendido y por supuesto más
económico que el reemplazo. Actualmente se dispone de numerosas técnicas para llevar a
cabo una rehabilitación de tubería, casi todas ellas desarrolladas por la industria del gas,
que han sido tomadas en la industria del agua, desde la década de los 80’s, y eventualmente
pueden ser tecnologías de uso en corto plazo, sobre todo si se considera que en promedio
la edad de una tubería ha llegado a un nivel en donde es muy factible la necesidad de ser
utilizada, si se observan ventajas económicas. Conforme a la experiencia de otras naciones,
es muy probable suponer que en el corto plazo la rehabilitación y expansión de sistemas
existentes para suministrar una demanda actual y futura de gasto y presión será un tema
de gran relevancia para renovar una infraestructura de nuestra nación, que poco a poco se
acerca a niveles preocupantes de deterioro.
¿Por qué rehabilitar? Análisis de impacto económico
En adición a lo expuesto anteriormente, existen razones complementarias a las 3 expuestas,
que pueden dar origen al uso de la rehabilitación, analicemos brevemente desde otra óptica
el impacto económico debido a la pérdida de capacidad de conducción. A continuación se
presenta un experimento numérico para tratar de ilustrar el impacto que puede tener el de-
terioro de la tubería por envejecimiento, mala calidad del agua o corrosión, en la capacidad
de conducción.
Considérese un acueducto de 1,000 m de longitud, con una estación de bombeo en el inicio
y un tanque de regulación en la llegada, ubicados ambos en la elevación 1000. Se dispone de
una conducción cuyo diámetro interno es de 24”, con un coeficiente de rugosidad de la tube-
ría cuando es nueva de 130, si suponemos válida la ecuación de Hazen Williams, el gasto de
diseño es de 567.42 m
3
/s. En estas condiciones, en flujo establecido, el agua en el acueducto
tendrá una velocidad de 2.01 mis y la pérdida de carga será del orden de 5.48 m. Es decir,
es suficiente con una carga de bombeo de 10 mca para llegar al tanque regulador con alre-
dedor de 4.52 m de carga de presión al tanque final, despreciando otro tipo de pérdidas de
energía, la potencia del motor requerido para este acueducto es de 70.0 kW. Con el paso del
tiempo debido a la calidad de agua, a las características del terreno, etc. es de esperarse que
el coeficiente de rugosidad de una tubería se incremente, por ejemplo adoptando una curva
de deterioro como la mostrada por la Figura 6.1.3. En esta gráfica a los 5 años de operar el
acueducto, la tubería tendrá un coeficiente de rugosidad
C
que sería de alrededor de 110, en
consecuencia la pérdida de carga para el caudal de diseño se incrementaría en alrededor del
50 por ciento.
1...,369,370,371,372,373,374,375,376,377,378 380,381,382,383,384,385,386,387,388,389,...502