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            6.1. Detalles en el establecimiento
          
        
        
          
            del sistema en campo
          
        
        
          Al momento de la implementación del sistema en
        
        
          campo pueden surgir algunas dudas en función
        
        
          de la topografía del terreno o del tamaño de la
        
        
          propiedad. Si el predio es muy pequeño o de
        
        
          una topografía uniforme, es posible que no se
        
        
          encuentre un cambio de pendiente que permita
        
        
          identificar el Punto Clave y, por tanto, la Línea
        
        
          Clave. Si el terreno es, en cambio, muy grande
        
        
          o de topografía variada, es posible entonces que
        
        
          se tengan varios valles, varias crestas y varias
        
        
          líneas clave, y puede haber duda sobre cómo
        
        
          pasar el surcado de un valle a otro, o de una
        
        
          Línea Clave a otra. A continuación, se presentan
        
        
          algunas recomendaciones para resolver estos
        
        
          casos.
        
        
          
            
              Predio con topografía plana
            
          
        
        
          Al presentar la metodología se ha dicho que para
        
        
          implementar el sistema debe localizarse un punto
        
        
          de inflexión en la topografía del terreno; un cambio
        
        
          de una pendiente “fuerte” a una más “suave”.
        
        
          Se dijo, asimismo, que ese punto se denomina
        
        
          “Punto Clave” y que la curva de nivel que pasa
        
        
          por ese punto es llamada “Línea Clave”. Al trazar
        
        
          el surcado del terreno en dirección paralela a
        
        
          esa Línea Clave, tanto hacia arriba como hacia
        
        
          abajo de la misma, se realiza ya lo que aquí se
        
        
          ha llamado “diseño hidrológico del terreno” y los
        
        
          beneficios que este sistema conlleva: una mejor
        
        
          distribución y permanencia del agua de lluvia en
        
        
          el terreno, además de reducir la erosión. Pero el
        
        
          método se puede aplicar muy bien en terrenos
        
        
          aparentemente planos, en los que no se pueda
        
        
          identificar ni un solo Punto Clave y, por tanto,
        
        
          ninguna Línea Clave (fotografía 27).
        
        
          Fotografía 27. Terreno de cultivo aparentemente plano.