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La cuenca del río Usumacinta
desde la perspectiva del cambio climático
También se requiere la capacitación y el fomento de procesos
educativos que fortalezcan a las comunidades en la gestión de las
medidas de adaptación al cambio climático.
En este sentido, observamos un balance en las medidas
propuestas, tanto para fortalecer la infraestructura como para
fortalecer el capital social y las capacidades de gestión. Por esto,
son importantes estos procesos de planificación participativa,
para lograr un balance entre las propuestas gubernamentales
con la visión “desde arriba” con las visiones “desde abajo”, que
permiten identificar las preocupaciones de los actores locales y
sus capacidades para responder a los eventos que se anticipan
con el CC (Few
et al
., 2007).
Al analizar las medidas de adaptación propuestas en el taller
(89) para todas las problemáticas, se observó la existencia de un
número mayor de medidas correctivas (55), que las preventivas
(34). Esto puede significar que existe una propensión en las
personas a ajustarse o responder a condiciones actuales del medio,
más que a establecer acciones de preparación o anticipación ante
escenarios futuros (Engle, 2011). Sin embargo, ante la problemática
más destacada (inundaciones) no se siguió ese patrón, por lo que
se cuestiona si en realidad no existen o se carece de capacidades
locales de gestión (Jones
et al
., 2010) o si, por el contrario, las
capacidades locales son sobrerrepresentadas por los participantes
del taller.
Otro aspecto que se destacó en las discusiones del taller fue
la implementación de las medidas de adaptación, que necesita
la coordinación de funcionarios públicos de los tres niveles
de gobierno, con representantes de la sociedad civil y sectores
productivos desde el momento de diseñar estrategias, así como
asignar presupuesto para ello. Por tal motivo, se considera necesaria
