3. Planear y anticipar las posibles
repercusiones de determinadas
decisiones y políticas agrícolas
y comerciales (véanse los ca-
pítulos: “Comercio, si el agua
fuera la prioridad…” y “La
Huella Hídrica de productos
agrícolas de la subcuenca Sa-
lamanca”).
4. Establecer políticas hídricas.
Una aplicación pionera de la
Huella Hídrica es la que ideó
la Comisión Nacional del Agua
para incentivar a que los usua-
rios pudieran demostrar un uso
eficiente del agua, mediante el
cálculo de su Huella Hídrica
azul directa (véase apartado
“De las políticas públicas y la
Huella Hídrica”, en este mis-
mo capítulo).
5. Adicionalmente, sabemos que
la Huella Hídrica es una muy
poderosa herramienta de comu-
nicación sobre la situación de
los recursos hídricos y el papel
del consumo en la conservación
y uso de los mismos. En este en-
tendido, la comunicación de
resultados puede fungir como
un detonante en cambios, tanto
a nivel de producción como de
consumo, y la toma de decisio-
nes relacionada con la gestión
de recursos hídricos.
10.3. De la
sostenibilidad
de la Huella
Hídrica de
México
Como se mencionó en el capítulo 2,
México es el segundo importador neto
de agua virtual en el mundo. Si bien
ese alto volumen se podría interpretar
como un “ahorro” de agua, también
significa una dependencia, que al con-
centrarse altamente en un solo país, en
donde la producción no está siendo
sostenible, se convierte en un riesgo.
246
